Con la Ley de Educación de Andalucía (L.E.A), el inicio de la formación musical del niño se comienza a los 8 años. Desde SCAEM pensamos que, a pesar de que es la edad establecida oficialmente para iniciar los estudios musicales, es muy positivo que los niños comiencen su contacto con la música cuanto antes mejor.
Es un error común esperar a que el niño demuestre afición por la música para estimularle en ese sentido porque la música, en sí misma, es un estimulante para el niño.
El aprendizaje duradero funciona mejor cuando se abordan diferentes percepciones sensoriales y canales de aprendizaje. Por este motivo en los programas didácticos del centro utilizamos y estimulamos todos los sentidos.
Los seis primeros años del niño son fundamentales para la formación del oído y el desarrollo de la facultad del habla. Poner en contacto al niño de múltiples maneras con la música durante esta etapa de su desarrollo ofrece oportunidades que no deberían desaprovecharse: escuchar diferentes sonidos y tonos musicales y balbucear las canciones proporcionan una interconexión más intensa de las células cerebrales. El cerebro reconoce la música como una lengua y crea las condiciones idóneas para que la música pueda reconocerse como un segundo “idioma materno”.
La introducción de la práctica del instrumento a nivel individual es algo voluntario en este periodo de aprendizaje, ya que desde el principio, los niños están en contacto con todo tipo de instrumentos. Desde el centro, recomendamos completar la formación en este sentido cuando el niño lo va demandando. Normalmente, a partir de los 5-6 años, el niño elige el instrumento que quiere tocar y que le motiva a la hora de querer avanzar en el conocimiento del lenguaje musical. “Quiero aprender a leer para poder interpretar canciones en mi instrumento favorito”. No obstante, se trata sólo de una referencia. Hay niños que lo demandan antes y otros que no lo piden hasta más tarde.
Y eso es lo que nos diferencia de otros centros donde se imparten cursos para niños. No se trata de educar al niño para que quiera estudiar música, se trata de introducir la música en la vida del niño, para aportarle todos esos beneficios que sólo la música le puede regalar.